Semana de Gràcia

Una semana de fiesta, una semana que no para, una semana que alimenta los sentidos.




Vista: Las calles se vuelven escenarios de fantasía, el tema de este año: el Reciclaje, los vecinos de las calles se organizan y adornan cada calle con un tema y siempre usando material de reciclaje.


Oídos; Música para todos los gustos y edades, solo hay que recorrer el barrio para cambiar de público, Rock, Jazz, Pop, bailable, baladas, látina, blues y otro sin fin de bandas.

Gusto: Mucha Cerveza, cava y vino, además de paelladas, Chocolatadas e innumerables restaurantes que ofrecen muchas cosas ricas, muchos lugares caros y otras degustaciones gratuitas.

Tacto: Tocar cada escenario, para comprobar que los adornos están hechos con bolsas, botellas, mangueras, latas, chapas

De todo un poco: La Talabada Infernal y los Correfoc, es una de las actividades más populares en la fiesta de Gracias, para mí es la versión catalana (y sin animales) del San Fermín… Los Correfoc, van repletos de fuegos artificiales y dragones escupe fuego persiguiendo a la gente, quien corre evitando una quemada, mientras más grande son los pirotécnicos más aplaude la gente, Los Tabalers (tamborileros) van tocando al ritmo del espectáculo de fuego… Al principio estaba muy asustadita (tenia puesto un vestido de seda) pero luego me divertí un montón, cual niña corría, reía y aplaudía a los Correfoc, en espera siempre del nuevo reto, de la nueva escapada.



Mañana y el Domingo hay nuevamente Correfocs y el 23 de Agosto el Gran Cierre de los Correfoc, ya les contaré

Aires Musicales

Día: Domingo 5 de Agosto
Escenario: aceras del Pg. Juan de Borbó (Boulevard que bordea la playa de la Barceloneta
Clima: Cálido con brisa y mucho sol
Hora. 7:00 pm

Artistas los Busker’s (músicos callejeros) de la ciudad, para todos los gustos: música latina, Rock en Español, Fol. Europeo, Hip-Hop, Tango, y más… Todos en el mismo Boulevard y a la misma hora, solo basta caminar unos metros ara cambiar de ritmo. El Ayuntamiento organizo este fin de semana (2 y 5 de agosto) un festival de músicos callejeros, apoyando así a estos maravillosos músicos que suelen siempre estar en las calles de esta ciudad.

Después de disfrutar de Gattamolesta, un grupo de Folk Europeo donde es casi imposible no bailar, me decanté por Barnouche, un grupo de Barcelona que se dedica al gipsy jazz, fusión de música gitana europea con el swing americano. Me senté en primera fila y disfrute de una música maravillosa, por momentos me sentía inmersa en la película Los Aristogatos (los que me conocen saben que hasta me sabia el dialogo de cada uno de los personajes), en otros cerraba los ojos, me dejaba llevar por el clarinete, el saxo y la brisa, levitaba sobre las nubes al ritmo de la música. A ratos disfrutaba observando al público, sentados en el piso o parados todos movían alguna (o varias) parte de su cuerpo al ritmo de la música.

La música se apodero de todos, nuestras manos, ojos, pies, dedos fueron poseídos por alguna nota musical y todos bailábamos inconscientemente, como cuando en los comics el Jazz se apodera de nuestra alma y cada parte de nuestro ser se deforma para convertirse en algún instrumento musical, en alguna melodía.

Este es el aire por estos lados, con festival o sin él, las notas de buena música aparecen de la nada, en cualquier rincón, alegrándonos la vida y haciendo sonreír las almas hasta de los más desamparados.

Besos Musicales

Bebiendo...

Aquí estoy “bebiendo” a Barcelona, sorbo a sorbo, saboreando lentamente y pacientemente cada gota. Con ganas de memorizarlo todo, de verlo todo, con una emoción increíble y una energía que se solo se apaga un poco en las mañanas al tener que ir a trabajar, producto de acostarme siempre muy tarde; quizás por ello los españoles hacen la siesta, para poder trabajar y luego divertirse hasta muy entrada la noche.

Me siento tranquila, alegre y con mucho optimismo, desearía más horas al día para poder, entre otras cosas, asistir al sin fín de eventos culturales que además de ser muy buenos muchos son gratis.

Tengo mi primer empleo catalán, un tanto ajetreado pero en mi área profesional, me paso el día entre encuestas de papel, bolís (bolígrafos) de colores, llamadas telefónicas, captando gente y corrigiendo estudios de mercados. Lo que menos me gusta el horario de 9 a 2 y de 4 a 8, dos horas de almuerzo que desearía aprovecharlas mejor y solo me queda dar vueltas por el mismo “barrio” todas las tardes, porque al igual que yo en eses barrio todo el mundo se va a comer. Además entrar y salir tan tarde coarta mis deseos de disfrutas más tiempo en otras actividades de la ciudad.. Aún así termino paseando divinamente por las calles de la ciudad al salir del trabajo y vengo llegando a la casa a la 1 ó 2 de la madrugada.