Bebiendo...

Aquí estoy “bebiendo” a Barcelona, sorbo a sorbo, saboreando lentamente y pacientemente cada gota. Con ganas de memorizarlo todo, de verlo todo, con una emoción increíble y una energía que se solo se apaga un poco en las mañanas al tener que ir a trabajar, producto de acostarme siempre muy tarde; quizás por ello los españoles hacen la siesta, para poder trabajar y luego divertirse hasta muy entrada la noche.

Me siento tranquila, alegre y con mucho optimismo, desearía más horas al día para poder, entre otras cosas, asistir al sin fín de eventos culturales que además de ser muy buenos muchos son gratis.

Tengo mi primer empleo catalán, un tanto ajetreado pero en mi área profesional, me paso el día entre encuestas de papel, bolís (bolígrafos) de colores, llamadas telefónicas, captando gente y corrigiendo estudios de mercados. Lo que menos me gusta el horario de 9 a 2 y de 4 a 8, dos horas de almuerzo que desearía aprovecharlas mejor y solo me queda dar vueltas por el mismo “barrio” todas las tardes, porque al igual que yo en eses barrio todo el mundo se va a comer. Además entrar y salir tan tarde coarta mis deseos de disfrutas más tiempo en otras actividades de la ciudad.. Aún así termino paseando divinamente por las calles de la ciudad al salir del trabajo y vengo llegando a la casa a la 1 ó 2 de la madrugada.